Publicado por
Cristy
comentarios (1)
La enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza con altas dosis de ansiedad; quizás porque, como he escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error. Aún me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi seguridad superficial se fue abajo al oír una voz femenina a mi espalda: “¡Qué cara de crío. A éste nos lo comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me acabara la materia que había preparado para cada clase, a que un alumno me hiciera preguntas comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder seguir la clase... Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, pude abandonar las apariencias y me gané la libertad de ser profesor: la libertad de estar en clase con seguridad en mí mismo, con un buen conocimiento de lo que se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo que pienso, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos. Y con la libertad llegó la alegría: la alegría de sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual.
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza con altas dosis de ansiedad; quizás porque, como he escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error. Aún me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi seguridad superficial se fue abajo al oír una voz femenina a mi espalda: “¡Qué cara de crío. A éste nos lo comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me acabara la materia que había preparado para cada clase, a que un alumno me hiciera preguntas comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder seguir la clase... Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, pude abandonar las apariencias y me gané la libertad de ser profesor: la libertad de estar en clase con seguridad en mí mismo, con un buen conocimiento de lo que se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo que pienso, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos. Y con la libertad llegó la alegría: la alegría de sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto intelectual.
Publicado por
Cristy
comentarios (2)

1) ¿Lo que nuestros estudiantes saben hacer en Internet?.
Saben buscar información, para realizar sus tareas, o algún tema personal que tengan pendiente de resolver, hacen uso de monografías.com, el rincón del vago, wikipedia, pero también hacen uso de el para resolver problemas muy comunes. Ya no utilizan el correo aéreo ahora utilizan Hotmail. Yahoo, o G-mail, para comunicarse, reenviar correros o enviar tareas. Para platicar con algún compañero o amigo que se encuentra a larga distancia utilizan el msn, donde muchas veces comparten archivos. Descargan archivos de música en diferentes formatos, videos, clips de películas y por supuesto videojuegos principalmente para celulares. Algunos mas que estudian en la especialidad de informática buscan software y lo descargan, en sotfonic, la más popular. También cabe mencionar que utilizan mercado libre para adquirir algunas herramientas o complementos sobre todo para celulares, pero han tenido algunos desencantos en eso: una vez un alumno adquirió un complemento para computadora con un valor de $10 000.00, realizo el pago y espero el envío, el envió llego y cual fue su sorpresa al recibir una caja de kliness y no el componente.
2) ¿Qué podemos hacer para aprovechar esos saberes en el aula?.
Crear un hábito de estudio, pues muchos de los alumnos que realizan sus investigaciones no leen, no analizan lo que obtienen, simplemente copian y pegan. Además de prevenirlos de los mensajes que pueden visualizar en las paginas web para crear un vicio en ellos. Por lo que considero que podemos aprovechar algunas clases para mostrarle el uso del internet, como debería ser usado, porque además son ellos los que determinaran el uso final que le darán al internet. También darle un uso didáctico como crear espacios donde puedan interactuar con opiniones sobre algún tema, crear su blog, o utilizando las webquest, que determinamos su uso efectivo en el aprendizaje del educando en el modulo anterior de esta especialidad.
3) ¿Quién va a enseñar a quién y qué le enseñará?.
El maestro al alumno sobre los temas que investigara y a su vez la forma que debe analizar esa información. Deberá de sugerir algunas páginas que previamente debe haber revisado sobre el tema a consultar.
El alumno al amaestro, una vez despertado la curiosidad sobre el internet el alumno se mantendrá en la red investigando sobre nuevas formas de crear y de obtener información, por lo que lo hará muchas veces llevarle cierta ventaja al maestro con respecto al uso de esta herramienta.
Publicado por
Cristy
comentarios (2)
Me inicie dando clases en el CONAFE hace algún tiempo, con esa experiencia entendí que el enseñar no esta en el conocimiento que nosotros adquirimos en nuestra profesión, sino en la manera de enseñar y hacer que el alumno comprenda lo que le enseñas, en estas comunidades donde se inicia el aprendizaje es muy difícil que lo desarrollen, pues para ellos es mas importante el saber aprender a leer y escribir para después emigrar a los E.U. o bien casarse a una edad muy temprana.
El tiempo que estuve ahí le puse mucha dedicación a los alumnos que estaban en 6º grado logrando que uno de ellos se interesara en seguir con su preparación a nivel secundaria, ellos eran 4. La satisfacción que me queda es que el mensaje de superación fue comprendido por aquel alumno.
Después de esa experiencia me retire a estudiar la carrera de Lic. En Informática en el Tecnológico de la ciudad de Oaxaca.
Ingreso a una Escuela particular de Computación justo unos semestres antes de terminar la carrera. La enseñanza no es lo mismo dársela a unos niños entre 6 y 12 años a personas mayores de 18 años. El reto fue hacer que las personas mayores le perdieran el miedo a las computadoras y así poder realizar sus tareas.
Estando en estos menesteres ingreso al Cetis 102 en la ciudad de Asunción Nochixtlán, a impartir clases, cambia completamente la manera de enseñar pues en ese tiempo ya se estaba poniendo en marcha la nueva Reforma Educativa. Al principio fue difícil pues al tratar con grupos de 40 a 50 alumnos es difícil mantener la atención de todos, y más cuando te consideran que eres nueva en este ambiente.
Pero el interés que surge es aplicar lo que aprendiste en la profesión, me toco impartir clases de programación y despertar en los alumnos la lógica. Llegan alumnos de diferentes lugares y no es lo mismo un alumno de ciudad a uno de comunidad la enseñanza que traen no es la misma. Por ejemplo en la materia de TIC’S muchos de los alumnos no conocen la computadora, o simplemente no han tenido un celular en las manos. Pero el reto es que los alumnos al término del semestre queden más o menos al mismo nivel.
Actualmente imparto los módulos profesionales en los 5º y 6º semestres, hay que encaminarlos para el siguiente paso que van a dar y sobre todo despertar el interés de continuar con la especialidad que eligieron, o los que se integran al ámbito laboral apliquen lo que han aprendido.
No todo es color de rosa, los compañeros, muchos de ellos no comparten tu forma de pensar o de actuar, al principio me daban muchas instrucciones que debería de llevar a cabo al pie de la letra, al final ellos ni siquiera las cumplían, eso desanima de algún modo. Y te hace quedar como la maestra estricta e incomprensible. Pero no me desanimo quiero seguir obteniendo satisfacciones en esta carrera, seguir aprendiendo pues cada alumno te deja una lección diferente, y encontrar la forma de seguir venciendo los retos que esta carrera te va dando.
El tiempo que estuve ahí le puse mucha dedicación a los alumnos que estaban en 6º grado logrando que uno de ellos se interesara en seguir con su preparación a nivel secundaria, ellos eran 4. La satisfacción que me queda es que el mensaje de superación fue comprendido por aquel alumno.
Después de esa experiencia me retire a estudiar la carrera de Lic. En Informática en el Tecnológico de la ciudad de Oaxaca.
Ingreso a una Escuela particular de Computación justo unos semestres antes de terminar la carrera. La enseñanza no es lo mismo dársela a unos niños entre 6 y 12 años a personas mayores de 18 años. El reto fue hacer que las personas mayores le perdieran el miedo a las computadoras y así poder realizar sus tareas.
Estando en estos menesteres ingreso al Cetis 102 en la ciudad de Asunción Nochixtlán, a impartir clases, cambia completamente la manera de enseñar pues en ese tiempo ya se estaba poniendo en marcha la nueva Reforma Educativa. Al principio fue difícil pues al tratar con grupos de 40 a 50 alumnos es difícil mantener la atención de todos, y más cuando te consideran que eres nueva en este ambiente.
Pero el interés que surge es aplicar lo que aprendiste en la profesión, me toco impartir clases de programación y despertar en los alumnos la lógica. Llegan alumnos de diferentes lugares y no es lo mismo un alumno de ciudad a uno de comunidad la enseñanza que traen no es la misma. Por ejemplo en la materia de TIC’S muchos de los alumnos no conocen la computadora, o simplemente no han tenido un celular en las manos. Pero el reto es que los alumnos al término del semestre queden más o menos al mismo nivel.
Actualmente imparto los módulos profesionales en los 5º y 6º semestres, hay que encaminarlos para el siguiente paso que van a dar y sobre todo despertar el interés de continuar con la especialidad que eligieron, o los que se integran al ámbito laboral apliquen lo que han aprendido.
No todo es color de rosa, los compañeros, muchos de ellos no comparten tu forma de pensar o de actuar, al principio me daban muchas instrucciones que debería de llevar a cabo al pie de la letra, al final ellos ni siquiera las cumplían, eso desanima de algún modo. Y te hace quedar como la maestra estricta e incomprensible. Pero no me desanimo quiero seguir obteniendo satisfacciones en esta carrera, seguir aprendiendo pues cada alumno te deja una lección diferente, y encontrar la forma de seguir venciendo los retos que esta carrera te va dando.
Etiquetas:
Aventura